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EL PODER DE LA VOLUNTAD


"No hay nada más humano que la voluntad del hombre". Considero que si hay un poder capaz de lograr lo que nos propongamos en la vida, que nos de la capacidad de hacer y ser lo que queremos es la característica más humana que tenemos las personas, nuestra voluntad, esa capacidad humana para decidir con libertad lo que se desea y lo que no.

¿Has reflexionado sobre la posibilidad de que mucho de lo que te sucede, de lo que piensas y actúas es el resultado de las decisiones que tú mismo has tomado haciendo uso de tu libertad de voluntad?, al final eres lo que decides hacer y el camino para poder cambiar lo que quieres está implícito en tí mismo y solo basta con tomar una decisión desde la libertad que tienes para hacerlo.

El inconveniente está en pensar que nuestra voluntad está libre. Pero, ¿qué es libertad? Se podría decir que libertad es la facultad natural del hombre para actuar a voluntad sin restricciones, lo contrario a libertad vendría siendo entonces ser esclavo, que es aquella persona que carece de libertad y derechos propios por estar sometidos de manera absoluta a la voluntad de otra persona; también se podría decir que es esclavo aquel que está dominado por una pasión (deseo) o un vicio. Entonces tu voluntad puede ser dominada por algo que te esclaviza, la consideración de que somos libres para usar nuestra voluntad queda entonces en una encrucijada, pero ¿qué podemos hacer entonces? ¿Cómo podemos hacer uso de nuestra libertad de voluntad y tomar decisiones que realmente reflejen acciones que permitan que mi vida esté en un mejor estado?.

Realmente la clave esta en hacer uso de nuestra capacidad de tomar decisiones y de poder discernir sobre lo que me conviene y lo que no me conviene, sobreponerme a la intención desconsiderada de una debilidad o tendencia del carácter para decidir de manera libre y haciendo uso de nuestra voluntad aquellas cosas que reflejen comportamientos que vayan alineados a nuestro propio bienestar y el de las personas que me rodean.

Quiero ir un poco más a cosas básicas, ¿sabías que utilizas el poder de tu voluntad cuando decides engañar, lanzar palabras hirientes, actuar con violencia, odiar, amargarse, maldecir, quejarse, etc.? ¿Sabías que justo ahí, cuando lanzaste una palabra que luego será motivo de arrepentimiento, actuaste por decisión propia?

Voy a enseñarte un pequeño concepto basado en los fundamentos y principios del psicoanálisis del autor Sigmud Freud que te ayudaran a entender cómo estructuramos nuestras decisiones; son las teorías de la estructuración de la psiquis las cuales hablan de tres estructuras fundamentales: el ello, el yo y el superyó.

Tenemos entonces en primer lugar el ELLO: este está presente desde que nacemos y es la estructura predominante cuando somos bebés. Al ELLO se le conoce como el principio del placer inmediato, por lo tanto allí es donde radican los deseos y los impulsos, los cuales pueden darse en dos vertientes: una es Tanatos (muerte) y el otro es Eros (Placer). Este tipo de impulsos residen en el ser humano y se considera, son la parte más primaria o instintiva, por lo tanto el ELLO opera en el inconsciente, una manera sencilla de entenderlo es en un bebé que llora para poder recibir atención y suplir una necesidad. Es importante entender que en todas las personas hay necesidades que estos impulsos desean satisfacer: de seguridad, pertenencia, amor, protección, provisión, justicia. Entonces una demasía de ELLO es el causante de que tú voluntad esté esclavizada como hablamos anteriormente.

La segunda estructura es el YO: a esta se le denomina el principio de realidad. Este está más enfocado hacia el exterior; se podría decir que el YO actúa como la mente consciente, aquella que es capaz de identificar consecuencias de los actos. Básicamente el YO trata de buscar la satisfacción de los deseos pero de una manera realista y en teoría, sana, ya que los impulsos del ello pueden aflorar de una manera irracional si no estuviera mediado por el YO. Una manera fácil de entender este concepto es en las personas psicóticas, el mayor dolor de estas personas es que su YO no es fuerte, no está presente, por lo tanto no hay un mediador de la realidad que indique o regule cómo debe ser expresado o satisfecho un deseo, por eso estas personas pueden ser más agresivas de lo normal, tener comportamientos erráticos y no saber identificar qué es real y que no.

La tercera estructura es el SUPERYÓ: se desarrolla como consecuencia de la socialización, es donde se interiorizan las normas, reglas y creencias, producto de la crianza o enseñanza del medio, de una u otra manera es donde radica la moral y el juicio de lo que es bueno o malo. Por ejemplo, una persona con un SUPERYÓ débil, es aquella que es capaz de quebrar las normas y los límites; es el típico caso de los delincuentes.

Por lo tanto lo que se busca es que exista un equilibrio entre estas tres estructuras; cuando hay desbalance podemos hablar de patologías o síntomas que se reflejan en tendencias del comportamiento.

La intención de darte este fundamento no es para que identifiques patologías ni mucho menos, es solo para que entiendas la dinámica de la voluntad.

Ahora la voluntad está sumergida en el libre albedrío, y es esta es la esencia de este articulo. Todos tenemos la posibilidad de elegir, de escoger qué decisiones tomamos en la vida, cómo reaccionamos, qué decimos, qué hacemos.

Si ponemos atención a ese microsegundo de nuestro comportamiento y entendemos que cuando algo nos disgusta tenemos alternativas para poder expresar lo que sentimos y ahí decidir cómo hacerlo y así en cualquier circunstancia de la vida, podríamos superar y afrontar de una manera más eficaz cualquier situación que tengamos al frente.

¿Sabías que es fácil conocer a una personas por sus actos más que por sus palabras? Hay una frase que dice que "tus actos te definen" y es que como decides actuar ante la vida, es el reflejo de quien eres, de cuál es tu carácter y qué estructura predomina más.

Ahora quiero que hagas una autoevaluación de tus comportamientos, utiliza tú SUPERYÓ, que es desde donde se hacen las autoevaluaciones, y trata de identificar tendencias de tu comportamiento, es decir, piensa en cómo son tus actitudes, tus actos y qué suelen retroalimentarte las demás personas, si tu tendencia es de amargura, resentimiento, queja, de constante interés por quebrar normas, codicia, pesimismo, negatividad etc.; identifica la tendencia y entenderás qué domina tu voluntad y que todo el tiempo has elegido comportarte de esa manera que hoy te caracteriza. No es que tu vida sea dura, es que decidiste llamarla así, decidiste que fuera así, y tus actos refuerzan esa teoría; debes colocarle un freno y no permite más eso. Siempre digo que la misma energía que utilizas para todas estas cosas que no te hacen bien, es la que necesitas para elegir hacer cosas que te den bienestar.

Viktor Frankl dijo "la última de todas las libertades humanas, es la habilidad de elegir la actitud de uno mismo, sin importar las circustancias" y es aquí donde muchas personas se enredan, se justifican con el contexto y las situaciones para defender su decisión o elección que en muchos casos no es beneficiosa para sí mismo y los demás, es decir, ante una respuesta hiriente "es que me provoco", ante los problemas "es que los problemas son mas grandes que yo" etc. Al final no importa lo que este pasando y cual sea la situación es tu responsabilidad la elección que tomas y como decides afrontar la vida.

Cuando yo tenía 8 años, mi papá se fue de la casa y se separó de mi madre; aunque mi padre constantemente iba y venía, yo crecí sin una figura paterna constante, fui desarrollando inseguridades, temores, lo que me hicieron por mucho tiempo tener una postura triste ante la vida. Así le decían a mi madre las personas que me veían: "tu hijo tiene una mirada triste"; me daba pena cuando en el colegio solicitaban reunión de padres de familia, porque sabía que mi padre no asistiría y así en muchos momentos mi padre no estuvo a mi lado. Fui creciendo y en la adolescencia desarrollé un comportamiento violento, no porque hacía vandalismo, si no porque era grosero con mi madre y tenía una postura de amargura. Me refugié en el "heavy metal" y andaba aburrido con todo. Evidentemente en ese momento no era consciente de mi comportamiento ni de las consecuencias del mismo, había un dolor que para mi no era fácil de identificar de manera consciente, habían heridas causadas por la ausencia de mi padre, pero jamás lo reconocía. Puedo decirte que siempre amé a mi padre y mi relación con él era muy buena, simplemente no sabia que había un resentimiento en mi, hasta cuando fui a la Universidad y comencé a entender un poco más del comportamiento humano a través de mi carrera.

En un proceso muy bonito fui liberándome de todas estas cosas que esclavizaban mi voluntad y que me hacían comportar de una manera que me dañaba a mi y a las personas que tenía a mi alrededor; la rabia fue disipándose y fui albergando el perdón en mi vida, y en un proceso terapéutico puede expresarle a mi padre lo que sentía y pedirle perdón. Posteriormente mi padre fallece en una de las experiencias más duras de mi vida, pero le doy gracias a Dios por que tuve la oportunidad de cerrar un ciclo, hice uso de mi voluntad, de mi libre albedrío y perdoné. Es así como las personas que hoy en día me conocen ven a una persona totalmente tranquila, pacifica, diferente a la sombra de quien era, y todo por un proceso de reconocimiento y de aceptación en donde me permití tomar partido de mi vida y tomar una decisión que cambiaría mi experiencia para siempre.

Yo sueño con un mejor país, sueño con ver relaciones sanas, sueño con poder afectar de manera positiva la vida de las personas y poder enseñarles un poco de lo que sé para mejorar sus vidas; me duele ver como hoy en día hay tan poca tolerancia, cómo padres dañan a sus hijos, cómo hijos irrespetan a sus padres, cómo esposos y esposas viven en un campo de batalla, cómo en las empresas lidiamos con la codicia, la avaricia de personas que para escalar posiciones son capaces de afectar a otros, cómo la amargura no nos permite tener un mejor servicio al cliente, cómo siendo clientes somos irrespetuosos con las personas que nos atienden. Yo quiero poder tocar tú corazón y decirte que quiero que seas parte de las personas que quieren hacer un cambio, que hoy deciden ser mejores personas, que hoy deciden tomar las riendas de su vida para impactar a quienes tienen a su alrededor.

Cierro con lo siguiente, el poder de la voluntad está basado en el querer y no en el tengo; me duele pensar que no escojas el querer ser mejor, el querer perdonar, el querer amar y te vayas por el tengo que hacer este trabajo, tengo que lidiar a esta u otra persona y todo desde una posición negativa en donde predomina la decisión de no actuar por el bienestar propio ni el de los demás.

Hoy decido creer que este articulo te dio una nueva perspectiva del poder que tienes en tu interior para cambiar tus propias circunstancias; hoy creo que elegiste tomar la mejor decisión de ser mejor, de impactar con tu vida a las personas que te rodean.

Te deseo lo mejor @Yoquieroser.

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