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EL NARCISISMO DEL MIEDO


Todos en la vida tenemos miedos, algunos en mayor grado que otros; diferentes y variados, miedos que se pueden considerar patológicos o fobias y a través de este escrito, nos centraremos en abordar el miedo que nos impide avanzar en la vida.

Definición de miedo: "Sentimiento de desconfianza que impulsa a creer que ocurrirá un hecho contrario a lo que se desea". Sobre esta definición hay una particularidad y es que coloca de manifiesto un aspecto subjetivo, el tema de la creencia; creer que pasará una determinada situación u otra, es una manifestación clara de lo que hay en el pensamiento producto de introyecciones o programaciones que hemos aprendido a lo largo de la vida, es una creación o inventiva de la mente que aparece en modo de defensa para frenar las acciones sobre una determinada situación.

"Lo que más temía, me sobrevino; lo que más me asustaba, me sucedió" a través de ésta expresión de Job se muestra como el miedo es una creencia que efectivamente puede hacerse real si permitimos que este tipo de pensamientos, predominen en la mente.

En la conferencia "Gente extraordinaria", suelo preguntarle a los asistentes si todos desean lo mejor para sus vidas, si todos quieren tener éxito y llegar lejos, de manera racional todos responden que "sí"; nadie espera resultados negativos para sí mismo o sus seres queridos, pero muchas veces sucede que este querer lo mejor para nuestras vidas no llega a ser tan fuerte y contundente como para atraer el bienestar que tanto se desea, ya que ante todo deseo de bienestar que tenemos, aparece una contraparte que nos dice que eso que se desea no se puede obtener; otro pensamiento entonces contrario se enfrenta al deseo de bienestar y crea una imagen pesimista en donde lo que no se desea predomina, es el pensamiento del miedo que aparece recordando que no se puede obtener eso que deseamos. Esta creencia no es más que una programación mental que obtuvimos en el pasado y que esta cargada en ciertas áreas de nuestras vidas.

Les explico mejor con una experiencia relatada por un paciente en consulta que comenta que tiene problemas para lidiar con el descontento de las personas, específicamente cuando están enojadas; menciona que se coloca nervioso, causándole sudoración y temblor, seguido de la acción de salir del lugar, no controvertir y evitar a toda costa a estas personas. Debido a su trabajo requería darle solución a esta situación y en nuestras conversaciones, llegamos a un evento: cuando tenía 7 años, mientras jugaba con sus amigos en la calle, se les dio por molestar a un perro que estaba detrás de unas rejas; el perro estaba muy bravo y en un acto impredecible, el animal molesto evade el cerco y sale detrás de todos, pero lo alcanza a él y lo muerde en el tobillo. Esta situación generó un miedo hacia los perros que posteriormente evolucionaría a la tendencia de evitar y no enfrentar a una persona enojada, entonces el pensamiento de miedo se actualizó y se convirtió en un miedo a las personas enojadas producto de un evento traumático, es decir que la tendencia y actualización del miedo fue buscar la forma de evitar que estas personas le mordieran. Ahora bien, como no es la intención hablar de todas las clases de miedo, quiero enfocarme exactamente en el miedo que se origina en la mente y que impide que salgamos adelante, que avancemos, que prosperemos y que nos vaya bien en la vida.

¿Un pensamiento de temor tiene un fundamento objetivo para que le demos tanta validez y lo vivamos como una verdad?

Si colocamos en una balanza ambos pensamientos, el de bienestar o deseo por alcanzar lo que se quiere y el de temor que dice que no obtendremos lo que deseamos, ¿cuál tiene objetivamente más probabilidades de que se haga realidad? La respuesta es que ambos tienen las mismas probabilidades, porque ninguno de ellos tiene el suficiente fundamento objetivo para que en el presente podamos saber que ocurrirá. Se podría pensar que el de temor sí tiene suficiente base objetiva porque anteriormente, en una situación similar, se fracasó y la experiencia de vida que se tiene ha enseñado que eso que queremos no lo podemos obtener y es entonces cuando se fundamenta la creencia en la experiencia, (caso de la mordedura de perro). Pero pensemos por un momento en lo siguiente, estamos tomando una situación del pasado y le damos mucho peso, como si tuvieran las mismas variables cuando en realidad, la situación actual es diferente a la anterior porque simplemente está pasando ahora y no pasó antes.


Imaginemos a un jugador de fútbol que cobró un penalti y el arquero lo tapó, y en los siguientes minutos se le genera una próxima situación: nuevamente, en el mismo partido, deberá cobrar el penalti frente al mismo arqueroy las variables están dadas, pero las probabilidades de que se lo tapen o haga el gol son las mismas; el pateador deberá aprender del anterior tiro e intentarlo, lo que se demuestra con esto es que no hay base objetiva para decir que lo volverá a fallar y en muchos casos hemos visto como esta situación se ha presentado y el jugador logra anotar. La pregunta es entonces ¿a cuál pensamiento le vamos a dar más peso, al pensamiento de que si podemos anotar o al pensamiento de miedo que dice que volveremos a fallar?.

Veámoslo desde la siguiente perspectiva: ambos pensamientos están en la cabeza, en la mente, están dentro de cada uno de nosotros entendiendo entonces que se trata de algo que podemos modificar; es aquí donde entra el concepto de narcisismo y este se define como: "admiración excesiva y exagerada que siente una persona por sí misma, por su aspecto físico o por sus dotes o cualidades". Pensemos por un momento por qué tendríamos que fracasar en la vida, por qué tendríamos que ser tan importantes para que el universo entero esté conspirando en nuestra contra; pensar en demasía que la vida nos ha tratado mal y que no hay nada que podamos hacer para evitarlo es dotar al miedo de poder, es de cierta manera tener un narcisismo hacia el miedo, comprender que le hemos dado demasiada relevancia al pensamiento de miedo, es hacer consciencia de que hemos permitido que esta clase de programaciones que hay en nuestra mente nos dominen y tomen el control de nuestras vidas y que es necesario comenzar a colocar en juego otro tipo de pensamientos, uno más esperanzador, de lo contrario se seguirá cosechando lo que tanto se teme, porque es una creencia y la creencia es el puente para llamar al mundo real lo que imaginamos en el mundo invisible. Se podría decir que el miedo es la fe (confianza) a la inversa, opera de la misma manera y tiene el mismo poder pero con un efecto devastador para nuestras vidas.

Hacer la transición entre un pensamiento u otro no es cosa de la noche a la mañana, en muchos casos requiere de ayuda profesional y orientación por parte de un experto para lograr dar el paso de transición al cambio ya que todas estas creencias y pensamientos que generan los miedos, en muchos casos, son producto de experiencias traumáticas y no todas las personas tienen la capacidad por sí mismas de dar el salto.

Es curioso escuchar expresiones como: "eso no es para mi", "hay personas mejores que yo, ¿por qué me darían la oportunidad a mí?", "¿qué tal que no resulte y pierda?", "déjame aquí quieto, aquí estoy bien". Lo que hablamos es resultado de lo que pensamos, pero podemos programar o cambiar los pensamientos con las palabras, así como esas frases negativas salen de la boca para enviarle un mensaje al cerebro que termina adoptando una postura de imposibilidad porque es la posición mas fácil y a la que está acostumbrado, ya que el cerebro está diseñado para ahorrar energía y mantenerse en una posición conocida como la derrota y el fracaso, esa es la zona de confort, podemos cambiar las declaraciones que hacemos para generar un proceso de cambio y de movilización hacia el éxito o lo que queramos alcanzar en nuestras vidas. Si ha funcionado hablando mal, para pasarla mal, entonces por qué no intentarlo hablando bien. Pensemos por un momento qué hay en nuestra mente que origina los pensamientos y las creencias, y encontraremos que hay palabras o experiencias que se transformaron en un flujo de información durante toda la vida y que la mente interiorizó y como producto de eso, pensamos de determinada manera.

Los invito a que hagan un repaso y piensen cuáles son esas situaciones que dieron lugar a los pensamientos de temor que les impiden avanzar en la vida, considerando algunas ayudas para el repaso, pensando en situaciones que te generen pensamientos de temor al: fracaso, al éxito, a la critica, a la pobreza, al ridiculo, al rechazo, etc.

Aquí tres consejos que podemos aplicar para cambiar la programación de los pensamientos, no con el objetivo de que nunca más tengamos miedos, si no con el objetivo de que mejoremos nuestra forma de pensar:

CONSEJO #1: CUIDADO CON LO QUE ESCUCHAS:

Si la mente funciona como un contenedor que recicla todo lo que permitimos que entre en ella y una de esas cosas es todo lo que escuchamos, reflexionemos sobre lo que estamos acostumbrados a escuchar: que hay crisis en el país, que emprender es muy difícil, que el éxito es solo para unos cuantos, etc. Una buena forma de ingresar a nuestra mente contenidos que nos ayuden es a través de la lectura de libros sobre temas relacionados con lo que queremos, esto nos permite fortalecer los pensamientos y debilita los temores y asistir a cursos que nos den herramientas para poder obtener lo que deseamos. ¡Cuidado con los programas de televisión que se escogen!, es importante invertir en lo que escuchamos y que podamos limpiar la mente ingresando nueva información que la saque de su zona de confort.

CONSEJO #2: RODEARSE DE PERSONAS QUE ALIMENTEN ESPERANZAS NO TEMORES:

Uno de los errores más comunes que cometemos es estar rodeado de personas que alimentan nuestros temores, porque esa es la posición más cómoda, estar rodeado de personas que nos den la razón sobre lo difícil que es salir adelante en la vida. Rodearse de personas que al igual que nosotros no han logrado nada, es fortalecer la idea de que los pensamientos de temor están justificados porque hay más personas que piensan como nosotros. Uno de los mejores consejos que he escuchado es "si quieres ser un campeón, busca consejo de un campeón". Funciona igual si quieres cambiar los pensamientos de temor, rodearse de personas que alimenten esperanzas y no temores, es clave para sembrar otro tipo de pensamientos.

CONSEJO #3: ACTUAR A PESAR DEL MIEDO:

Una de las características que diferencia a una persona que tiene éxito de otra que no, es que la persona que tiene éxito aun con miedo se atreve a actuar, a hacer, confronta el paradigma; hacer es ir acompañado del miedo pero convertirlo en un aliado para pasar al siguiente lado. Debo confesar que a pesar de que me dedico a dictar conferencias, no hay un solo momento previo a entrar en un auditorio en el que no tenga temor, vienen a mi una serie de pensamientos que debo de alguna forma sortear para no dejar que me paralicen y es así como a pesar de ese temor, me atrevo a dar una charla y el hacerlo, me ayuda a conquistar y a cambiar los paradigmas sobre los cuales me estaba manejando. La forma más rápida de cambiar el pensamiento es haciendo.

Escuchando una conferencia de Jurgen Klaric,

y basado en investigaciones de neurociencia, él plantea en el "Poder del Miedo" que la manera más efectiva para lidiar con los miedos es colocando delante de cada miedo uno más grande; teniendo en cuenta que los miedos son movilizadores porque al final repercuten en las emociones y en los procesos mentales, el miedo más grande tendrá la prioridad y al ser un miedo creado para hacer la contraparte del original, la movilización termina siendo adaptativa y beneficiosa para la persona, es un cambio en la forma de pensar. Esta teoría es muy similar a lo que hemos venido tratando en este articulo, para ser precisos y claros con la teoría de Klaric, es tomar como ejemplo el miedo al fracaso y colocarle un miedo más grande, que podría ser el miedo a jamás haberse arriesgado a triunfar en la vida, el miedo a llegar a la vejez viéndose como una persona que nunca hizo nada por dejar huella. Este último miedo es el movilizador que vuelve poderoso el miedo, ya que le diste un miedo más grande pero de alguna forma no destructivo.

Termino con la siguiente reflexión: si para pensar negativamente requerimos el mismo proceso mental y la misma energía que para generar un pensamiento de bienestar, ¿por qué no invertir esa energía en aquello que nos genera beneficios?

Deseándote lo mejor @Yoquieoser.

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